Nanan ilumina sus escaparates: el espectáculo comienza

Arte, cine y sostenibilidad en la exclusiva instalación navideña de Roma y Milán.

Nanan, la prestigiosa marca dedicada a la infancia, inaugurará sus escaparates navideños en las tiendas monomarca de Roma y Milán.

Ideado por la mente creativa del artista Mariagrazia Pontorno, el proyecto gira en torno a la emoción fundamental de la infancia, la sorpresa, que se combina mejor con el elemento de la luz y el espectáculo que de ella se deriva. En particular, la instalación se inspira en las vistas ópticas del precine, caracterizadas por una fuerte atención a las imágenes que de hecho preceden al movimiento: gracias a esta técnica, que implica una perforación de grabados cuyos puntos corresponden a fuentes de luz, es posible tener una visión diurna y nocturna de la misma imagen, garantizando un espectáculo luminoso y colorido, capaz de despertar asombro tanto en adultos como en niños.

El juego de luces también está garantizado por una filosofía dedicada a la sostenibilidad y al reciclaje: la iluminación diurna y nocturna será proporcionada por leds de muy bajo consumo, además del uso de películas provenientes de casas productoras cinematográficas, ahora no utilizadas, evitando así el difícil problema del desecho y al mismo tiempo evocando la magia y la atmósfera del cine.

Las imágenes seleccionadas para los escaparates evocarán el escenario antonomástico de la infancia, el parque de atracciones, cuya atmósfera siempre está relacionada con la maravilla y el espectáculo: los escaparates de Milán verán la instalación de una noria, mientras que los de Roma verán un carrusel, ambas atracciones evocativas de la infancia y fiestas de luces y colores que se combinan perfectamente con la inminente atmósfera navideña.

Las figuras infantiles de las instalaciones navideñas de Roma y Milán representan respectivamente una "niña amazona" montando una cebra de Kenia y un niño jugando con una pelota junto a un hibisco: la elección de estas actividades acompañadas de un animal y una flor en peligro de extinción no son casuales, sino que remiten a una evocación de libertad y despreocupación típicas de la infancia, además de llamar la atención sobre la protección ambiental y un contacto mayor con la naturaleza.

Además, las prendas Nanan usadas por los niños protagonistas de las escenas en los escaparates alternarán con las colecciones de temporada, asegurando así continuidad a los looks lanzados por la marca.

Este proyecto busca dar singularidad a los escaparates de Nanan, convirtiéndolos en un mundo de luces y colores de ensueño donde se pueda soñar y saborear la despreocupación de la infancia, aislándolos del concepto de tienda pero al mismo tiempo convirtiéndolos en el vehículo principal, como una realidad donde se puedan materializar los deseos del observador.

El toque exclusivo del artista además confiere singularidad y valor a la instalación, que así asume no solo un papel visionario, sino propenso a interpretaciones múltiples, añadiendo sofisticación a la marca y estimulando la curiosidad y atención hacia ella.